22 diciembre 2010

Desarrollo Emocional en los Centros Educativos

“Las habilidades emocionales ayudan al rendimiento y se traduce en conductas bastantes específicas en las salas de clases. Es tarea de los educadores detectar las conductas concretas de cada niño o niña y de reconocer sus emociones” (Claudia Sandino, Inteligencia Emocional para padres, Capítulo 1, pág.28)
Este desarrollo influye directamente en la evolución intelectual del niño, un desarrollo emocional poco satisfactorio tiene incidencia en limitaciones de la memoria, dificultades de la percepción y en la atención, y la disminución de las asociaciones mentales.
Un desarrollo correcto de las capacidades emocionales produce un aumento de la motivación, de la curiosidad y de las ganas de aprender, una amplitud de la agudeza y aumento de la intuición y percepción, además de desarrollar la capacidad de empatizar con los demás, de simpatizar, de identificación, de tener vínculos e intercambio de sentimientos satisfactorios. La conciencia de los propios sentimientos y su expresión correcta, mediante la verbalización, ayuda a la individualización, aceptación propia, seguridad y autoestima.
 Prestar atención a las necesidades emocionales es una tarea importante en el contexto familiar, escolar y social. Asimilar habilidades emocionales en los primeros años de vida del niño garantiza el éxito en el futuro desarrollo escolar y social.
Lo anteriormente descrito es lo ideal, pero ¿tenemos conciencia de la influencia de la enseñanza en nuestros niños y niñas en sus primeros años de escolaridad?.
Me gustaría leyeran y analizaran la siguiente cita: “hacer que los niños, realmente, crezcan en su desarrollo intelectual y emocional, en sus pertenencias y sus competencias para vincularse con el mundo que los circunda. Queremos tener niños y niñas muchos más potentes (Galy Chávez, Los niños y niñas que Chile quiere), a partir de esta cita nos damos cuenta que en nuestro país se ha dado la importancia que merece la educación, sobre todo en los pre-escolares, desde el momento que ya la visión de niño/a es de un ser con potencialidades y capacidades, vale decir, la enseñanza pre-escolar dejó de lado la visión del niño/a haciendo hoyitos en una plantilla o al que se le daban las cosas hechas.
Ahora el nuevo currículo conlleva la generación de una pedagogía centrada en los sentidos de los niños y niñas, en el saber partir, en el saber mirarlos y escucharlos, herramientas fundamentales para que ellos se desarrollen emocionalmente, lo que redundará en un aprendizaje cognoscitivo significativo.
No debemos como docentes dejar de ser realistas y tener en cuenta que modificar una visión y un sistema pedagógico es un proceso largo y complejo, ya que implica un cambio cultural en los educadores y en la sociedad, logrando así paso a paso el derecho del niño y niña a una educación oportuna y pertinente.

Inteligencia Emocional

Inteligencia Emocional, Daniel Goleman, Desarrollo Emocional, Emociones
Salovey y Menyer, psicólogos norteamericanos definieron en 1990 inteligencia emocional como “un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar sentimientos y emociones propias, así como los de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y objeto y nuestras acciones”. (Claudia Sandino, Inteligencia Emocional para padres, pág.19)
Es a través de esta inteligencia que conectamos nuestras emociones con nosotros mismos; sabiendo y comprendiendo qué es lo que sentimos, siendo capaces de vernos a nosotros mismos y  a los demás en forma positiva y objetiva.
Goleman define la inteligencia emocional como “Una capacidad administrativa de las habilidades socio-afectivas y que implica la habilidad para instrumentalizar nuestras emociones con el objeto de optimizar nuestro desempeño frente a la vida”. (Claudia Sandino, Inteligencia Emocional para padres, pág.20)
Nos damos cuenta que este tipo de inteligencia abarca un conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada social y personalmente.
Todos nacemos con características especiales y diferentes, pero la mayoría de las veces la manera que tenemos de comportarnos o de enfrentarnos a las diferentes circunstancias de la vida son aprendidos. Por ejemplo, podemos ver como para un niño no está bien visto llorar y expresar sus emociones como para una niña, además  a los varones se les exige ser más valiente y seguros de sí mismos. También encontramos casos, según las culturas, en que las mujeres son menos valoradas, tanto en el ámbito personal como en el laboral, lo cual es el origen de opresiones y malos tratos. Todo esto lo adquirimos sin darnos cuenta desde el momento en que venimos al mundo: nos comportamos como nos han enseñado  comportarnos. Quererse a uno mismo, ser más generoso con los demás, aceptar los fracasos, no depende de lo que hemos heredado, por lo que hemos de ser capaces de seguir aprendiendo y mejorando nuestras actitudes día a día, aprender a ser más inteligentes emocionalmente, en definitiva ser más felices.

Desarrollo Emocional

http://interesesdemujer.wordpress.com/2010/12/21/desarrollo-emocional/

Inteligencia Emocional, Desarrollo Emocional, Daniel Goleman, Desarrollo de las emociones
Definición según la Real Academia Española: “Alteración de ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada por cierta conmoción somática”.

 Origen de las emociones
La parte más primitiva del cerebro, es el tronco cerebral que rodea la médula espinal, este cerebro primitivo no piensa ni aprende, sólo regula las funciones vitales básicas como la respiración y el metabolismo de los otros órganos del cuerpo, además de controlar las reacciones y movimientos esrtereotipados. Es aquí en el tronco cerebral donde surgen los centros emocionales, a partir de estas áreas ya evolucionadas en millones de años aparece el cerebro pensante o neocorteza.
Desde esa aseveración Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional afirma que “El cerebro pensante surge de lo emocional, esto es muy revelador con  respecto a la relación que existe entre pensamiento y sentimiento; el cerebro emocional existió mucho tiempo antes que el racional…”

Teoría
Para hablar de emociones debemos hablar del enfoque Cognitivo Racionalista y Post Racionalista, en el primero, se posterga por completo la participación de las emociones en la conducta. A fines de los años sesenta la revolución cognitiva se centra en la inteligencia y en la manera que la mente percibe, procesa y almacena la información. Las emociones siguen estando relegadas y se excluye la posibilidad de que las emociones y los sentimientos filtrasen subjetivamente nuestra visión del mundo.
Las limitaciones explicativas del modelo racionalista dieron origen a una nueva percepción del proceso cognitivo como una circunstancia correlativa entre las emociones y el pensamiento racional, originando lo que se denominó Post racionalismo.
Uno de los primeros representantes de la teoría de las emociones es William James, que en 1880 formuló la primera teoría moderna de la emoción; casi al mismo tiempo un psicólogo danés, Carls Lange, llegó a las mismas conclusiones. Según la teoría de James-Lange, los estímulos provocan cambios fisiológicos en nuestro cuerpo y las emociones son resultados de ellos.
La teoría de Cannon-Board, propuso que las emociones y las respuestas corporales ocurren, simultáneamente, no una después de la otra. Esto señala un aspecto muy importante: lo que se ve o se escucha (lo que se percibe) desempeña un papel importante al momento de determinar la experiencia emocional que se tiene.
La teoría Funcional de las Emociones de la psicóloga norteamericana Carol Magai, aparece como la teoría más completa y exhaustiva con la que se cuenta en este momento en el mundo científico.
Permite explicar el desarrollo y diferenciación emocional en todo el ciclo de vida individual, al mismo tiempo entender los procesos involucrados en la estabilidad y el cambio de la vida adulta y la personalidad.
Goleman en su libro Inteligencia Emocional define las emociones “como un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a los que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violenta y más o menos pasajera.” “Las emociones enriquecen; un modelo mental que las excluya queda empobrecido”.
A partir de esta definición, nos damos cuenta que todo ser humano basa sus experiencias en emociones que involucran un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y , por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.
Cada individuo experimenta las emociones en forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta.
Debemos tener presente como padres y docentes la importancia y rol fundamental del papel que juegan las emociones en el desarrollo cognitivo del niño, en su socialización y por ende en todo el desarrollo futuro de su vida familiar, académica, laboral y social.

¿Influye la educación pre-escolar en el desarrollo de la emociones?.

Educacón, Intereses de Mujer, Maternidad, emociones, Educación preescolar
La comunicación humana no sólo se da a través de las palabras, sino también se expresa por gestos o signos no verbales que interpretamos desde los primeros años de vida. Debemos ser capaces de poder interpretar los signos comunicativos, llegar a ser individuos que controlamos y recreamos nuestras emociones, que potenciamos  nuestras fortalezas y disminuimos  las debilidades, sintiendo de esa manera  interés por el mundo exterior.
Sabemos que el desarrollo humano es continuo y como afirma Piaget -“cada estadio se asienta en el anterior”- de manera tal, que aquellas etapas tempranas son fundamentales  para las más tardías. Es fundamental  buscar y reconocer, cómo se pueden educar las emociones, motivar emocionalmente a los niños/as a aprender, destacando fortalezas y habilidades sociales: tolerancia a la frustración y al fracaso, optimismo y voluntad, facilidad de trabajo en equipo, etc.
La infancia temprana  es  cualitativamente  más que el comienzo de la vida, es el cimiento de ésta, lo que nos advierte que el desarrollo infantil temprano debe ser un tema de preocupación, interés público y de investigación, entre otras.
Es por lo expuesto anteriormente que debemos reconocer y valorar el papel que desempeña la educación pre escolar en el desarrollo de los párvulos, sobre todo en aquellos sectores vulnerables, donde nuestros niños están expuestos a un mundo para el que no están preparados, mundo para el cual muchas veces nosotros como adultos no estamos preparados.

Sólo la muerte


La muerte nos pone a pensar en algún momento de nuestras vidas y seguramente nos genera un sentimiento de temor… ya que lo más seguro es que no deseemos dejar de existir permanentemente en este mundo, a menos que estés deprimido y no le encuentres sentido a la vida…
Cuando la parka aparece… no hace el viaje en vano.

(PABLO NERUDA)
Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel del alma.
Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido de perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos;
la muerte está en la escoba,
en la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.
La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante.